Qué harías si te te encuentras un pequeño pajarito herido, ya sea de una alita, de un ojo, o como este sinsonte con las patitas retorcidas? Pues con cinta adhesiva y cartón, y un poco de creatividad, ya tienes una solución.
Este pajarito como toda la creación de la naturaleza es perfecto,este en medio de tanta maravilla llama mucho la atención, antes de contarles la historia ,empecemos por decir lo siguiente.
El sinsonte (mimus polyglottos) es un pájaro que habita en las zonas tropicales de Centroamérica y el Caribe. Es capaz de emitir una gran variedad de sonidos imitando el canto de las más diversas aves, con una perfección tal que le ha hecho merecedor de su nombre científico: políglota (mimus polyglottas: imitador/mimus/de mimético).
Una leyenda de los indios hopi de Arizona cuenta del origen de este pueblo en un mundo subterráneo y que cuando salieron a la superficie, fue un sinsonte quien confundió su lengua e hizo que las tribus hablaran idiomas distintos. Un papel similar al desempeñado por el Yahvé bíblico, en la historia de la Torre de Babel, que con otros elohim se confabularon para confundir el idioma de la humanidad y dispersar a los hombres por toda la faz de la Tierra.
El canto de este pájaro tampoco ha pasado desapercibido a poetas y trovadores de las tierras americanas y caribeñas que le dedicaron un buen número de versos y estrofas.
El porqué esta virtud del sinsonte de imitar el canto de todas las aves del bosque, resulta todo un enigma. Se puede pensar que el motivo que le lleva a emular a sus congéneres de otras especies es una gran capacidad y predisposición a socializar.
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Otra hipótesis pudiera ser –a los ojos de un profano– la astucia para engañar a sus víctimas haciéndoles creer que se trata de un individuo de su misma especie, con el fin de dar caza a sus presas. Sin embargo, el sinsonte no es una rapaz predadora de otras aves. Se alimenta de bayas, frutos silvestre y pequeños insectos, de modo que tal hipótesis debe quedar descartada.
También se podría pensar que el sinsonte simplemente se “pavonea” – valga la expresión– ante el auditorio presumiendo de la extraordinaria versatilidad de su canto, capaz de imitar cualquier otro. Y así podríamos seguir especulando sobre la misteriosa habilidad del sinsonte.
Creo que no se trata de un acto de vanidad, como alguien pudiera considerarlo.
Como mismo cada semilla contiene la potencialidad del árbol, en cada ser humano está implícita la propia la capacidad de transformación, de superarse a sí mismo y de alcanzar las metas que se proponga.
Algunas personas de buen corazón del Centro de Fauna de California (CWC) rescataron a este sinsonte con un problema en las patas que le dificultaba caminar, posarse o agarrar objetos. Una lesión desconocida causó que sus patitas se retorcieran, algo común en los pájaros más jóvenes.
Los rescatistas hicieron algo que parecen diminutas raquetas de nieve. El diseño aseguraba que las patitas del ave estuvieran en la posición adecuada y pudieran curarse.
Antes de eso el sinsonte tenía que estar de “puntillas” todo el rato, lo que agravaba la lesión. “Suele tardar una o dos semanas llevando las raquetas de nieve hasta que se empezó a ver su estado de mejoría.
Este sinsonte herido fue rescatado por el Centro de Fauna de California, gracias mil gracias por existir para estos pequeños.
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